Declarada de Interés Ciudadano por el Excmo. Ayuntamiento de Zaragoza. Inscrita en el Registro de Centros de la Administración Educativa del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón con el Nº 5001822
miércoles, 18 de septiembre de 2013
miércoles, 10 de abril de 2013
El burro flautista
Tomás de Iriarte y Oropesa, canario del Puerto de la Cruz,
nacido en 1750, destacó en el arte de las fábulas. Composiciones literarias,
que en prosa o en verso tienen intenciones didácticas y/o moralizadoras. Él fue
el creador de las fábulas dentro el género literario español. Una de sus
composiciones más famosas es la que tiene por título el burro y el flautista que habreis escuchado en el audio que os he puesto.
El tema del poema es evidente: hay personas que se creen dominar una técnica porque una vez han conseguido resultados debido a la suerte o al poco esfuerzo.
Iriarte nos lo aclara de forma precisa en la moraleja. Para enfatizarlo, el poeta utiliza un estribillo (“por casualidad”) que sirve para reforzar la idea de suceso fortuito; se producen hasta cuatro coincidencias casuales que permiten que al final la flauta suene, con lo que se intenta dejar bien claro que ha sido la fortuna y no la capacidad del burro la que ha causado su éxito. Iriarte se permite incluso una nota de humor al comienzo del poema al decir que la fábula, que se le acaba de ocurrir, ha surgido también “por casualidad”, lo que constituye un guiño al lector u oyente.Dado que durante la Ilustración algunos de los objetivos más importantes eran la enseñanza, el saber y la educación, no resulta extraño el tema de esta fábula. En primer lugar, porque la fábula resalta los ideales ilustrados: es necesaria la educación y la formación para llegar a dominar una técnica (porque aunque el poema hable de “arte” se refiere a cualquier actividad que requiera un aprendizaje y una práctica, ya se trate de música, pintura, o arquitectura, matemáticas u otra ciencia).
El uso del burro como protagonista de esta fábula tiene además otra intención; no sólo nos está diciendo que el burro es ignorante, sino que también nos dice que es necio por creer en su capacidad. De hecho, y como podemos oir en la fábula, el animal se enorgullece de su música “asnal”, palabra inventada por el burro para darle más importancia al sonido que ha producido y que en realidad es un comentario irónico donde Iriarte se está riendo de él. Por extensión, y de manera metafórica, Iriarte se está riendo de todos aquellas personas que presumen de sus logros sin que en realidad exista una formación previa que justifique sus aciertos.
La Ilustración realizó una importante labor educativa y pretendía la especialización de los individuos para que se pudiera formar a las personas en diferentes campos y materias. Pensemos que en el siglo XVIII muchas personas accedían a ciertos puestos porque su familia tenía influencia o dinero, sin que importara la cualificación o el conocimiento, y los ilustrados querían acabar con eso a partir de la formación y la educación.
La Ilustración realizó una importante labor educativa y pretendía la especialización de los individuos para que se pudiera formar a las personas en diferentes campos y materias. Pensemos que en el siglo XVIII muchas personas accedían a ciertos puestos porque su familia tenía influencia o dinero, sin que importara la cualificación o el conocimiento, y los ilustrados querían acabar con eso a partir de la formación y la educación.
La enseñanza de la fábula, por tratarse de un ejemplo universal, tiene validez también hoy en día. Las personas no deben presumir de los logros que consiguen por suerte, y menos aún sentirse orgullosos cuando ha sido la casualidad la que lo ha provocado. Pero existen muchas personas en el mundo que se comportan como este burro, y lo que es peor, que después quieren volver a repetir el éxito y no lo logran porque esta vez “no suena la flauta”, como vulgarmente se dice. Sólo a través del trabajo continuado se pueden conseguir las cosas en la vida, aunque algunos tengan a veces un golpe de suerte y lo obtengan sin esfuerzo. Dos siglos después, todavía tenemos mucho que aprender de las fábulas de Iriarte
sábado, 9 de febrero de 2013
MALALA YOUSAFZAI el valor del coraje
Nos hacemos valientes haciendo cosas
valientes
(Aristóteles,
384-322 a. C.)
Uno de los aspectos más interesantes de
la educación, es la capacidad de transmitir humanidad y valores importantes, es
necesario afrontar la educación como un proceso para inculcar valores humanos,
de tolerancia, de pensamiento independiente y crítico, y de formación
intelectual.
No podemos caer en el error de
desprender a la educación de ese parte que la convierte en un valor en sí misma
por su función de educación integral de la persona, en conocimientos y valores
útiles para la sociedad y para el individuo. Necesitamos priorizar la educación
de la persona como un valor en sí mismo; posiblemente no haya mejor objetivo en
todo el proceso educativo que enseñar a pensar con independencia. Es la piedra
angular para que la educación sea transmisión de conocimientos y humanidad.
No podemos considerar la educación como
si enseñar música, fuese la culminación del proceso, porque sólo es el
principio para formar en valores humanos. De forma alarmante, esa formación en
valores está siendo apartada por planes educativos y políticos más interesados
en manipular las mentes de los futuros votantes que de enseñarlos esos valores
que harán de ellos auténticos ciudadanos de pensamiento libre. Educar la
humanidad de un individuo es proporcionarle el mejor legado, dejarle en herencia
valores, saber pensar por sí mismo. Un conjunto de emociones y sentimientos que
formarán parte de su educación personal y de su forma de ver el mundo y la
vida. Esto es lo que permite, en último término, convertir la educación en un
instrumento de humanización.
El reto de educar en humanidad es hoy
más necesario que nunca, esto es cierto, porque la deriva en la educación ha
descuidado los valores humanistas de forma alarmante. No es la primera vez que
un panorama así sucede en la historia, ya se ha vivido en otras épocas; por eso
la lucha para conseguir una educación que transmita humanidad es probablemente
el mayor reto que afrontamos, en tanto que esa educación marcará cómo van a ser
las futuras generaciones y el mundo que conocemos.
Una educación humanista puede permitir
que cada uno sienta verdadero orgullo de la misma, que siempre será una
educación enriquecedora y positiva para cada persona y la sociedad.
Hoy
traigo el ejemplo de Malala Yousafzai
Dijo Alejandro Magno "que la fortuna es de los valientes. El coraje es la valentía de los sabios".
El coraje necesita el atrevimiento personal y supone el esfuerzo por conseguir superar nuestros defectos, nuestros miedos.
El coraje autentico es aquel que procede de nuestras claras convicciones. Cuanto más valores positivos tenemos mayor es nuestra capacidad para ser consecuentes y variadas las oportunidades para actuar con valentía y sinceridad. Aquí os dejo este vídeo para conocer un ejemplo de coraje y valentía y reflexionemos sobre ello
El coraje autentico es aquel que procede de nuestras claras convicciones. Cuanto más valores positivos tenemos mayor es nuestra capacidad para ser consecuentes y variadas las oportunidades para actuar con valentía y sinceridad. Aquí os dejo este vídeo para conocer un ejemplo de coraje y valentía y reflexionemos sobre ello
miércoles, 2 de enero de 2013
Mi reconocimiento y admiración a la Schola Polifónica La Paz
El hombre ha experimentado desde muy temprano la necesidad de expresar sus estados anímicos de asombro y angustia que despertaban los fenómenos naturales del Universo, y los hechos cotidianos de su vida de relación, acudiendo al instrumento más natural y accesible que disponía, su propia voz.
Con el devenir de los tiempos, el canto
coral ha ido acentuando paulatinamente su carácter de instrumento social
aplicado al servicio de la comunidad. Desde las primitivas formas musicales en
que el canto individual y colectivo desempeñó diversas funciones, empleándose
como remedio espiritual y material, hasta las sociedades modernas, en que su
cultivo se ha ido acrecentando de modo notable, fue siempre un vehículo
maravilloso, connatural e inmediato, de las emociones del ser humano.
En el canto coral, esta característica
se acentúa por su particular naturaleza. La concurrencia de varias voluntades
determinadas hacia un mismo fin hace que la proyección social de un coro sea
mucho mayor que la del canto individual. La participación de un número
considerable de voces cantando, contornos insospechados, al beber en la esencia
misma del ser humano y dinamizar simultáneamente, presupone la existencia de un
pacto previo, de una mística común que alcanza convenientemente sus mejores
cualidades en una empresa al servicio de la sociedad a la cual pertenece.
En todos los tiempos el canto coral ha
constituido una de las manifestaciones artísticas destinadas a conmover las
raíces más profundas del espíritu humano, apelando a sus creencias religiosas,
a sus sentimientos y emociones más puras, y exaltando por fin la alegría de
vivir en todas sus facetas, característica ya descubierta por Platón cuando lo
definiera acertadamente como: "El arte que, regulando la voz, llega hasta
el alma y le inspira el gusto a la virtud».
El desarrollo armonioso de la
personalidad del coralista, donde a la par de una irreemplazable vivencia
estética adquiere las bases de un comportamiento social de profundas
connotaciones humanísticas, es el fruto y el premio más valioso que pueda
alcanzar como resultado de su esfuerzo anónimo y consciente.
La especial característica de la
estructura interna de un coro determina la existencia de ciertas pautas de
conducta que son indispensables para la buena marcha de la institución. La
naturaleza del mismo supone una gran humildad de parte de sus integrantes,
quienes deben de valorar en su exacta dimensión la importancia de su participación.
"Todos los coralistas son necesarios, pero nadie es imprescindible",
podría ser el lema que presidiera cada ensayo, cuyo cumplimiento serviría
eficazmente para desalojar el "divismo" que tanto daño hace al
quehacer artístico en general.
Sentimientos de compañerismo,
solidaridad, respeto al semejante, tolerancia y la incentivación de los hábitos
de orden, disciplina y constancia, son algunos de los rasgos que se encuentran
presentes en la labor coral
Fortificados de este capital, el coro se
convierte en un elemento de formación cultural de considerable importancia y
eficacia.
La Schola Polifónica La Paz, expresión
musical de hondo contenido, cuyos componentes están convocados por la magia del
canto colectivo ha llegado a formar una fraternal familia donde desaparecen las
barreras de comunicación que la sociedad ha creado artificialmente, entre sus
miembros,
La música coral constituye para nosotros
que la estudiamos y practicamos, el medio de conexión ideal con el espíritu de
los grandes maestros. Es un importante aporte en esta época de confusiones y
desorientación para lograr un objetivo en la vida de la juventud y de la
sociedad toda, despertando y fortaleciendo ideales, superación humana. Nuestra
Schola adquiere un elevado sentido social al unir en la agrupación coral a
seres humanos de diferentes círculos culturales, estratos sociales, ideologías,
sexos y edades. A través del canto logramos un mayor entendimiento,
acercamiento y fraternidad a través de la interpretación de las obras de los
distintos pueblos y una mayor compenetración con las épocas culturales del
pasado, El canto coral nos educa la sensibilidad tanto de los que la
interpretamos como del público, aumenta la alegría de vivir y procura goce
espiritual. Contiene todos los elementos que tienden a la armonía, la paz y la
expresión estética, requiere disciplina y tolerancia, obediencia y
responsabilidad, constancia y dedicación, colaboración y compresión,
superación, profundización y conocimiento, todo eso que cada uno de los
integrantes de la Schola demuestran día a día,
Desde esta atalaya rendiros mi
reconocimiento y admiración. Es una satisfacción trabajar con todos vosotros.
Confucio, el gran maestro chino de la sabiduría y la virtud, nacido en 551 a.
J.C., decía que la música era «una emoción de índole suprema que revela no sólo
el sonido, sino también la personalidad moral de quien la produce".
Consideraba que «la conducta armónica, presupone un espíritu armónico, y que
esta armonía del espíritu se estimula por el cultivo de la música ".
Pertenecer a la Schola Polifónica La Paz es una excelente oportunidad para
aprender a respetar a otras personas y para aprender solidaridad y lealtad pese
a las diferencias de cada uno constituyendo así desde la música y el canto esa
educación integral que nos hace ser más sensibles y más humanos, Goethe nos
dejó escrito: «Hagas lo que hagas o tengas el sueño que fuere, empieza. La
audacia lleva genio, poder y magia en su interior. "
Luis Antonio Bellido Armalé
Director de la Schola Polifónica La Paz
Suscribirse a:
Entradas (Atom)