domingo, 3 de enero de 2010

Lina Prokófiev, una española en el gulag


Nacida en Madrid en 1897. Por tres nombres fue conocida: el de nacimiento, Carolina Codina, el nombre artistico, de soprano, Lina Lluvera, y el de casada, Lina Ivánovna Prokófieva, porque, en efecto, estuvo casada dieciocho años con el luminoso compositor Serguéi Prokófiev.
Cantante como sus progenitores, Lina Prokófiev recibió una educación poco común en su época: cosmopolita y viajera, independiente y políglota (hablaba a la perfección más de seis lenguas), era también capaz de un sólido criterio artístico, lo que le granjeó el aprecio de los mayores creadores y artistas del siglo XX, tras casarse con el compositor ucraniano Sergéi Prokófiev pasó a denominarse Lina Prokófiev, no se parecía en nada al resto de las mujeres de su época: tristes y grises.
En Nueva York, donde Lina estudiaba canto, fue a un concierto de Prokofiev y se enamoró de él, se casaron en 1923 y tuvieron dos hijos. Vivían en París, sus amigos eran Rachmaninov, Picasso, Misia Sert..., Todos los amigos de Prokofiev estaban enamorados de Lina. El nostálgico Serguéi decide volver a Rusia con Lina, cree que su fama será un escudo contra la represión de las purgas stalinistas. Moscú ve con desconfianza a Lina: una "burguesa extranjera" Prokofiev ya era famoso, pero siempre añoró Moscú y aquel público entendido; y el partido siempre quiso que volviera, así que le ofrecieron todo lo que él deseaba: la posibilidad de escribir grandes obras en su país.
En 1936 se trasladaron a Moscú. Le engañaron. Le habían prometido actuar en los grandes teatros, pero sus tres obras más importantes fueron prohibidas. El régimen de Stalin decidió destruir la cultura y la inteligencia. Se instaló el terror. Prohibieron su música porque no eran canciones que alabaran al régimen, En 1948, año del decreto Zhdánov, fue censurado por no componer dentro de los parámetros del realismo socialista. Sus armonías fueron juzgadas como «cacofónicas». Tuvo que prometer que realizaría obras con mayor lirismo realista. Prokofiev escribió una cantata con texto de Lenin, pero no gustó, y como él no entendía aquella politización de la vida artística ofreció cambiar las palabras de Lenin por las de Stalin. Prokofiev estaba perplejo, los directores de las óperas que iba a estrenar, Meyerhold y Tairov, fueron represaliados: el primero, fusilado, y al segundo le cerraron el teatro.
Paralelamente y tras la guerra, Prokofiev conoció a Mira, una joven estudiante fiel al estalinismo con la que acabó casándose dos años después , en los juzgados le dijeron que no necesitaba divorciarse, que se casara inmediatamente. Al partido le gustaba mucho Mira. Abandonada Lina y sus dos hijos. Lina queda sola, desprotegida, con los dos niños, y extranjera, cosa peligrosa en la xenofobia stalinista En 1948 mandaron a Lina a 20 años de trabajos forzados al gulag soviético de Abez, cerca de Vorkutá península ártica de Komi, (cerca del círculo ártico), por ser considerada peligrosa para el progreso ideológico de su marido. Prokofiev intentó impedir tal atropello, sin éxito. Eso, junto con la prohibición de su música, acabó con él. Se dio cuenta del engaño y la manipulación de la que había sido objeto. Su familia quedó rota y sus dos hijos prácticamente apartados del contacto con el padre que falleció en 1953 (el mismo día que Stalin).
El día que él murió, cinco años después, Lina lo soñó en el gulag: fue a visitarla en sueños vestido de blanco para despedirse.
Ella adoraba su música, lo consideraba un genio ingenuo sin experiencia con las mujeres y culpaba a Mira, probablemente enviada por el partido para seducir a Prokofiev.
Lina, aun después del gulag, era una mujer muy alegre. Su obsesión era volver a París, pero no la dejaban. Escribía continuamente al KGB sin conseguir nada hasta que alguien le recomendó escribir directamente a Andropov, jefe del KGB, un hombre que escribía versos.
Catorce años después de salir del gulag, llegó a Londres, donde murió el 3 de enero de 1989 a los 91 años.. Sobrevivió por 36 años a su esposo, nunca se volvió a casar, y por 21 años a Mira Mendelson, la segunda esposa del compositor .Su apasionante vida representa la mujer del siglo XX, que luchó por su amor y que supo vivir sin él, cayó en la miseria del gulag, para más tarde empezar de cero. Una luchadora nata, os recomiendo la lectura del libro de la escritora rusa Valentina Chemberdjí: "LINA PROKOFIEV. UNA ESPAÑOLA EN EL GULAG".